La “cruz de Malta” es un mecanismo que transforma un movimiento circular continuo en otro movimiento circular intermitente. Su utilización en cámaras y proyectores de cine data de la última década del siglo XIX y su invención se atribuye a relojeros suizos del siglo XVI.
Este ingenioso mecanismo consiste de una placa circular motriz y un engrane de forma similar a una cruz de Malta. La placa circular motriz tiene en una de sus caras un perno y un bloque semicircular parecido a una leva. La cruz de Malta tiene un carril rectilíneo en cada uno de sus cuatro dientes. El giro continuo de la placa mete su perno en un carril de la cruz para ponerla en movimiento; movimiento que concluye cuando el perno la abandona y simultáneamente el bloque semicircular obliga a la cruz a estar quieta una fracción de segundo dándose en el mecanismo un paradigma de quietud y movimiento.
En el proyector, esto se traduce en un avance intermitente de la cinta cinematográfica; cuando está quieta el haz del foco pasa a través de la película y vemos por una fracción de segundo la imagen en un fotograma, enseguida viene un eclipse, es decir, un “obturador” tapa el paso de la luz mientras la película avanza hasta el siguiente fotograma sin que veamos en pantalla su desplazamiento, girando el obturador en forma de hélice reinicia el paso de la luz para que volvamos a ver la imagen en pantalla, creándose así en nuestro sistema visual la “ilusión del movimiento”. En la cámara cinematográfica el transporte de la película también se apoya en la cruz de Malta, pero en este caso la fuente de luz es externa a la cámara en cuyo interior se “imprimen” sucesiones de imágenes en película virgen.
Al operar un proyector o una cámara de cine, la película pasa continuamente de un rollo a otro. Entre tanto, cuando la cruz de Malta se mueve, uno de sus dientes jala la película, y cuando la cruz se detiene se expone a la luz un solo cuadro de película. La frecuencia de este cambio entre quietud a movimiento típicamente es de 24 veces por segundo. Para que el diente que jala la película no la rompa, se requieren dos bucles de película en lados opuestos a la cruz de Malta, de manera que mientras un bucle crece el otro decrece intermitentemente.